Seguramente, todos hemos estado en una situación en la que nos falta dinero. Existen historias sobre cómo llegamos “hasta el siguiente salario” o cómo manejar gastos inesperados en la vida personal o en el negocio. Pero no siempre se puede “pedir prestado a un amigo” — es incómodo. Los bancos tampoco siempre resuelven estas situaciones, ya que requieren una evaluación de tu capacidad de pago y una gran cantidad de documentos. Es en estos momentos cuando las organizaciones de microfinanzas pueden ser de gran ayuda.
Cantidades mínimas
A diferencia de la mayoría de los bancos, que exigen cantidades mínimas de crédito a partir de 30,000, 50,000 pesos y hasta más, las organizaciones de microfinanzas permiten solicitar sólo unos pocos miles de pesos. De este modo, no estarás cargado de deudas enormes.
Obtención de dinero con un solo documento
Para solicitar un microcrédito, generalmente solo necesitas tener una identificación oficial. Y lo más importante: no es necesario proporcionar comprobantes de ingresos. Así, no tendrás que acudir a tu empleador para confirmar tus ingresos, lo que significa que no tendrás que compartir tus planes personales ni perder tiempo en trámites adicionales. Además, esta es una excelente oportunidad para obtener un crédito incluso si tus ingresos reales superan los oficialmente confirmados.
Obtención de crédito sin visitar la oficina
Para solicitar un microcrédito y recibir el dinero, no es necesario que vayas a la oficina de la organización de microfinanzas. Completar la solicitud en el sitio web toma solo unos minutos, y la decisión sobre el crédito suele tomarse automáticamente. Generalmente, el cliente recibe una respuesta en 1-2 minutos. El dinero puede ser transferido a tu tarjeta. Así, puedes obtener un microcrédito fácilmente, sin interrumpir tus asuntos importantes y trabajo.
Actitud flexible hacia los prestatarios
Las organizaciones de microfinanzas se diferencian de los bancos por tener requisitos más flexibles con sus clientes. Mientras que los bancos otorgan créditos solo si tienes un empleo formal, con al menos tres meses de antigüedad y un historial crediticio impecable, las organizaciones de microfinanzas son más flexibles con estos requisitos. Son un salvavidas para los prestatarios con un historial crediticio deteriorado, siempre y cuando no tengan deudas vencidas.
